El Tribunal Supremo y el Cuidado de la Salud: El corazón de la cuestión

Escuchando atentamente los argumentos de la Corte Suprema sobre la ley de protección al cuidado de la salud accesible el lunes y el martes por la noche en mi computadora, pasada mi hora de dormir, se sentía como un recordatorio de mi infancia cuando escuchaba programas de radio de suspenso. A diferencia de ver la acción en la televisión, nuestra audición se hace más aguda y nuestro cerebro más enfocado. Aprendí que voces pertenecían a qué justicia e imaginaba lo que expresaba su lenguaje corporal (con la excepción de Clarence Thomas, quien sigue siendo, como siempre, mudo).

El argumento de la primera jornada fue de procedimiento. Lo significa, esencialmente que el argumento es acerca de si existe o no un problema con el proceso en sí; si se decide sobre este tema, no hay ninguna necesidad de ir a la esencia de la ley. La cuestión de procedimiento aquí fue si esta petición fue traída prematuramente, antes que ciertos aspectos de la ley entren en vigor.

El segundo día, ayer, echaba un vistazo a la sustancia de la ley y su constitucionalidad, centrándose esencialmente en el mandato individual que requiere que la gente, con algunas excepciones, adquieran un seguro de salud. Aunque usted haya leído mucho acerca de esto y quizás haya formado opiniones firmes sobre la ley de protección accesible basado en un montón de información o quizás no tanta, escuchar los argumentos amplía la esfera del pensamiento.

Y mientras los argumentos realizados por oponentes se centraron en las cuestiones jurídicas planteadas por esta ley del Congreso, no hay duda que en el corazón de este debate esta la pregunta de si apoyamos o no una política social de acceso a la atención medica de calidad para todos. No hay ninguna disputa que hay millones de personas en nuestro país que no tienen acceso a atención medica de calidad y accesible porque no tienen cobertura de seguro de salud. También es indiscutible que hay una mayor tasa de mortalidad para las personas sin cobertura médica. La ley de protección accesible pretende remediar esta injusticia.

Todos estamos comprometidos en esta cuestión crítica, si actualmente estamos asegurados o no, saludables o no, jóvenes o viejos, actualmente republicano, demócrata o independiente. Vivimos en una sociedad y somos miembros de la sociedad, y tenemos una responsabilidad mutua. Y eso, creo, es central en esta materia. Así que escuchen los argumentos finales más tarde en el día, déjense ser desafiadas y compartan sus ideas con nosotras.

Author

Alice Yaker


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