Cómo no Decir Las Cosas Equivocadas

Escrito por Susan Silk y Barry Goldman (traducido al español por Marissa Bianco)

Cuando Susan tuvo el cáncer de seno, escuchamos muchos comentarios insensibles, pero nuestro comentario favorito vino de una colega de Susan. Ella quería visitar a Susan después de su cirugía, pero Susan no quería visitantes, y lo dijo claramente. La repuesta de su colega fue: "Esto no es solo sobre usted."

"¿No lo es?" preguntó Susan. "¿Mi cáncer de seno no es sobre mi, sino sobre usted?"

El mismo tema surgió cuando nuestra amiga Katie sufrió de un aneurisma cerebral. Estuvo en el cuidado intensivo por mucho tiempo y cuando estuvo un poco mejor cambió a otra parte del hospital. Ya no estuvo cubierta de tubos y líneas intravenosas y monitores, pero tampoco se veía muy bien. Una amiga entró y la vio y después salió al pasillo con el esposo de Katie. "No estuve preparada para esto," ella le dijo. "No sé si lo podria soportar."

Esta mujer ama a Katie, y dijo estas cosas porque al mirar a Katie en tal condición, le preocupó profundamente. Pero era una cosa que no debería haber dicho. Y lo que dijo era equivocado en la misma forma que los comentarios de la colega de Susan. Susan ha desarrollado una estrategia sencilla para ayudar a las personas en evitar cometer este tipo de error. Funciona para muchos tipos de crisis: medicos, legales, financieros, románticos y aun las crisis existenciales.

Dibuje un círculo. Este es el círculo central. Adentro de este círculo, escriba el nombre de la persona que está pasando por un tipo de trauma. En el caso de la aneurisma de Katie, esta persona seria Katie misma. Ahora, dibuje un círculo mayor alrededor del primer círculo. En este círculo escriba el nombre de la persona más cercana a la persona en el círculo central. En el caso de Katie, sería su esposo. Repita este proceso tantas veces como necesite. En cada círculo mayor escriba las personas más cercanas a las personas en los círculos menores. Los padres y los hijos antes de los parientes más distantes. Amigos cercanos en los círculos menores. Cuando termine va a tener una jerarquía de quejosos. Uno de los pacientes de Susan lo encontró tan útil que lo colocó en su nevera.

Aquí están las reglas. La persona en el círculo central puede decir lo que le da la gana a cualquiera persona, cuando quiera. Puede quejarse y decir que la vida es injusta y preguntar "¿Por qué esto me ha pasado a mí?" Esto es una ventaja de estar en el círculo central.

Todos pueden decir esas cosas también pero solamente a personas en los círculos mayores que los suyos.

Cuando usted hable con una persona en un círculo menor que el suyo, a alguien más cercano al centro de la crisis, la meta es de ayudar. Escuchar es frecuentemente más útil que hablar en estas circunstancias. Pero si va abrir la boca, pregúntese a si mismo si lo que dirá va a brindar consuelo y apoyo. Si no, mejor que no lo diga. Por ejemplo no dé consejos. Las personas que están sufriendo un trauma no necesitan consejos. Necesitan el consuelo y el apoyo. Entonces, que le diga "Lo siento" o "Esto debe de ser muy difícil para usted" o "¿Puedo traerle una comida?" Que no le diga, "Debe escuchar lo que me pasó a mi" o "Esto es lo que yo haría si estuviera en su posición." Y que tampoco le diga "Discutir esto me está deprimiendo."

Si usted quiere gritar, llorar o quejarse, si quiere decir a alguien que sorprendido está o lo mal que se siente o habla sobre como todo esto le acuerda a todas las cosas horribles que han pasado a usted últimamente, eso está bien. Es una reacción totalmente normal. Solamente, hazlo a alguien en un círculo mayor que el suyo.

No había nada malo en la amiga de Katie decir que no estuvo preparada para ver a Katie en un estado tan horrible, o aun decir que no lo podía soportar. Se equivocó por decirlo al esposo de Katie.

Quejarse a alguien en un círculo menor que el suyo no ayuda a ninguno de ustedes. Sin embargo, apoyar al cuidador principal puede ser la mejor cosa que podría hacer para el paciente.

La mayoría de nosotros sabemos esto. Casi nadie se quejaría a la paciente sobre cuan mal ella se ve en ese momento. Casi nadie diría que al mirarla le hace pensar en la fragilidad de la vida y en su propia cercanía a la muerte. En otras palabras, sabemos bastante para no quejarse a la persona en crisis. La teoría de círculos expande esa intuición y le hace algo más concreto: no solamente evite quejarse a la persona en el círculo central pero también a cualquiera persona en un círculo menor que el suyo. Acuérdese, puede decir lo que quiera solo tiene que esperar hasta que hable con una persona en un círculo mayor. Y no se preocupe. Le tocará su turno en el círculo central. Puede contar en eso.


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