Por Megan Rutherford
Tuve lo que se considera el tipo de cáncer "bueno" – ya sabes, el tipo de cáncer en cual tus amigos te apoyan, y el seguro cubre el tratamiento, y descubres una cantidad de fuerza de voluntad dentro de ti misma. Ah, y sigo viva. Si no fuera por la parte del cáncer, habría sido una muy buena experiencia.
Pero hubo una excepción: un amigo y su esposa dejaron de ser mis amigos. Él me llamó por teléfono para pedirme que le hiciera un pequeño favor. Le dije que me acababan de diagnosticar con cáncer de seno y que no iba a poder ayudarlo hasta dentro de una o dos semanas. Nunca volví a escuchar de el. Me conocía lo suficientemente bien como para pedirme un favor, pero no lo suficiente como para saber cómo yo estaba.
Me dolió entonces. Todavía me duele.
Con los años, he reflexionado acerca de porqué él y su esposa se alejaron. Tal vez sin darme cuenta les ofendí. Tal vez él y su esposa nunca me apreciaron o quizás tenían miedo de que mi enfermedad sería demasiado para ellos. Tal vez…?
Como voluntaria de la línea de ayuda de SHARE, he tenido muchas mujeres que me han dicho lo confundida que estaban por el rechazo de sus seres queridos. Me dicen: "Le dije que tenía cáncer, y nunca los he vuelto a ver." Ellas no pueden entender lo que hicieron para merecerlo. Para la mayoría de ellas, creo que sé la respuesta ahora es: Absolutamente nada.
No veo una lección que aprender de este tipo de abandono. Nunca entenderé por qué me pasó a mí. Y no puedo imaginarme haciéndole esto a otra persona. Pero me pareció útil el otro día leer un mensaje por la comentarista de cáncer Ann Silberman, (ButDoctorIHatePink.com) que describe la abandono su hermano. Otra popular comentarista, Denise McCroskey ( Denise4Health.com ), señala que una de las dos principales búsquedas en su blog es " Cuando los amigos te abandonan durante el cáncer. No se trata sólo de mí, pensé. Le pasa a todo el mundo.
Así que si le sucede a usted, usted tiene varias opciones. Usted puede examinar su propio comportamiento para ver si ha actuado de manera hiriente. Puedes enfrentarte a tu amigo/a y preguntarle por qué no devuelve tus llamadas o correos electrónicos. Puedes preguntarle si hiciste algo para alejarlos. Pero si tu amigo/a no quiere tu amistad, la razón probablemente se encuentre con ellos, no tú. Y puede ser un poco de consuelo saber que no estás sola.