Originalmente del blog de Dana Farber (traducido al español por Marissa Bianco)
El tratamiento para el cáncer de ovario frecuentemente causa efectos secundarios sexuales. Aunque curar el cáncer es la meta principal para la mayoría de las pacientes, Dra. Sharon Bober, directora del Programa de la Salud Sexual en Dana Farber está enfocada en preservar la calidad de vida de la paciente- incluso su satisfacción sexual.
Bober, con sus co-investigadores Dra. Alexi Wright, MPH una oncóloga medica en el Programa de Oncología Ginecológica en el Susan F. Smith Center for Women’s Cancers, y Dr. Christopher Recklitis director de investigación en el Family Survivor’s Center en Dana Farber están dirigiendo una intervención para abordar los efectos secundarios sexuales como el dolor, la incomodidad y la pérdida del libido en las mujeres que han recibido el tratamiento para el cáncer de ovario. Las pacientes-en cualquier punto durante su tratamiento-participan en un taller con un grupo pequeño que sirve para educarlas sobre estos temas y además explorar el impacto psicológico de los cambios en su sexualidad e intimidad.
Alexi Wright, MD, MPH
El programa ofrece ejercicios de relajación e información para aliviar la tensión y abordar los componentes del cuerpo y mente de la intimidad. También incluye la educación práctica sobre cómo mejorar la salud sexual y manejar la incomodidad. Bober además discute la manera negativa en la cual las mujeres hablan consigo mismas sobre los cambios en la sexualidad. Ella provee estrategias para combatir estos pensamientos. Las pacientes obtienen un plan de acción del taller y pasos realísticos para mejorar su satisfacción sexual. Después del taller reciben la aconsejaría por teléfono y encuestas para evaluar la eficacia de la intervención.
“Esta intervención es una colaboración potente entre la oncología medica y psicosocial,” dice Bober, la investigadora principal, quien nota que los resultados preliminares han sido muy positivos. “Esto nos permite a abordar la calidad de la vida en una manera comprensiva y holística.”
Bober y su equipo están conduciendo un grupo focal para evaluar la viabilidad de tener la intervención en el internet y con el tiempo, expandir a incluir otros tipos de cáncer ginecológico.
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