Artículo de Dana-Farber Cancer Institute (traducido al español por Marissa Bianco)
Rumores de un vínculo entre el desodorante/antitranspirante y el cáncer de seno han circulado por casi veinte años. La teoría supone que por bloquear glándulas de sudor en las axilas (particularmente en las mujeres quienes se afeitan sus axilas), los antitranspirantes se permiten a compuestos tóxicos a acumular en los ganglios linfáticos de las axilas, cerca de los senos, estimulando el desarrollo del cáncer.